sábado, 13 de octubre de 2007

A MIS TRES HIJOS

Mis hijos son tres luceros
que alumbran mi atardecer.
Son tres valientes guerreros
a quienes enseñé a vencer.

La mayor, representa la gloria
del amor que con ella nació,
iniciando así mismo la historia
mas hermosa que nadie vivió.

La segunda, me trae alegría,
la alegría de poder tener
dos hermosas flores que hoy en día
embellecen mi atardecer.

El tercero, completa el gran trío
de los hijos que Dios me entregó.
Son mis hijos y en ellos confío
pues con ellos mi vida empezó.

Tres caminos por donde mi vida
muy alegre y feliz paseará
recordando a mi esposa querida
que en sus corazones vivirá.
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Mariano Bequer
Maracaibo, 06/08/04

HOY HUBIESES CUMPLIDO AÑOS

Hoy, esposa mía, es día de tu cumpleaños,
hoy hubieses tenido un año más de vida
y tus suaves y hermosos cabellos castaños
hubiesen sido peinados por nuestra hija querida.

Hoy... me siento más solo y más triste,
pero quiero que sepas que mi corazón no te olvida.
Recuerdo con amargura el día que partiste
y ahora con nuestros hijos, la vida ya no es vida.

LLevo en el alma una triste alegría,
tiene mi sonrisa un halo de tristeza,
tú sabes que fuí alegre pero desde aquel día
cuando mi cara ríe, mi alma a llorar empieza.

Ha pasado el tiempo y no alcanzo a comprender
por qué la vida ha sido injusta con los dos,
no pudiste ver a nuestros hijos crecer
porque fué una decisión de Dios.

Al cerrar mis ojos empiezo a recordar
tu carita hermosa y tu dulce voz
cuando me decías: -Vamos a bailar
en este hermoso aniversario de los dos-

Nuestros tres pequeños, que ya no lo son,
eran el motivo de nuestro existir
y ahora que estoy solo no hallo la razón
de seguir viviendo sólo por cumplir.

Pero me sereno y me pongo a pensar
que nuestros tres hijos necesitan de mí
y con tus bendiciones vas a lograr
que el Señor me cumpla lo que le pedí.

Hoy he recordado, esposa querida,
ventiún años felices que pasé contigo,
y ahora a once años de tu partida
junto a nuestros tres hijos yo te bendigo.
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Mariano Bequer.
Maracaibo, 07/09/05

ANGEL DE LA GUARDA

Soy tu ángel de la guarda, el que tanto habías buscado,
el que al transcurrir el día te proteje sin descanso
en la calle, en el trabajo y también en el mercado
transformando tus enfados en momentos de remanso.

Soy tu ángel de la guarda, el que cuida en tu oficina
que culmines tu trabajo impecable y sin demora,
soy el ángel que a tu lado, sin que lo veas camina
observando emocionado tu sonrisa seductora.

Soy tu ángel de la guarda, el que proteje tus sueños,
el que admira la belleza de tu alma a toda hora,
el que quiere dulcemente darte mil besos pequeños
porque este ángel de la guarda es un ser que se enamora.

Soy tu ángel de la guarda, el que ríe con tu risa,
el que vive a cada instante platicándote mis cosas,
el que todo el universo lo recorre muy aprisa
buscando en el paraíso el mejor ramo de rosas.

Soy tu ángel de la guarda, el que consuela tus penas,
el que al ver que estás llorando atina a enjugar tu llanto,
soy el ángel que te cuida de las envidias ajenas;
en tu corazón yo vivo, por eso te cuido tanto.

Soy tu ángel de la guarda, quiero ser de carne y hueso
para que desaparezca esta angustia que me aloca,
quiero tenerte cerquita para darle un tierno beso
a todo tu cuerpo entero comenzando por tu boca.
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Mariano Bequer.
Maracaibo, 18/02/06