Ya han crecido las alitas de este guardián angelito, si es que tú me necesitas, ...yo también te necesito.
Tú eres la prenda querida que Dios me dió para cuidar, para alegrar tu vida y nunca dejarte de amar.
Si no sabes dónde habito esta es mi dirección: Yo vivo en un cuartito que está en tu corazón.
Cuando sientas el latir de tu corazón contento, soy yo que quiero salir para besarte un momento.
No llores mi niña preciosa, no tengas más amargura, debes sentirte orgullosa por ser una dulce criatura.
No llores mi linda nena por lo malo de este día, no debes tener más pena pues la vida es alegría.
Quisiera estar a tu lado para enjugar el llanto que de tu alma ha escapado causándote mucho quebranto.
Quisiera a tu lado estar en este mismo instante para poder consolar a tu corazón amante.
La vida es dura contigo, te está haciendo padecer, pero si cuentas conmigo no volverás a entristecer.
No llores cariño mío, ven a mi amante pecho y verás cómo el hastío se aleja ya de tu lecho.
Sonríe, pues soy el hombre que tu corazón reclama, tu sabes cual es el nombre de este poeta que te ama.
No llores más por favor, ya no serás ignorada ni prisionera del dolor, porque tú eres mi dulce amada. - - - - - - - - - Mariano Bequer. Maracaibo, 29/01/05 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario