martes, 16 de octubre de 2007

HUERFANA DE AMOR

Permite Señor que en mi atardecer,
cuando los años pasan sedientos de amor,
entregar mi vida entera a una bella mujer
que sufre desconsuelo con mucho dolor.

Se está quedando sola, y muy desesperada
me pide que pendiente siempre esté de ella.
Su alma está sufriendo, se siente abandonada,
no tiene ni a la luna, ni al sol, ni a una estrella.

Me cuenta sus pesares con tristeza infinita,
y yo me he enamorado de su forma de ser,
por eso es que yo anhelo que aquella flor marchita
con mi amor eterno vuelva a renacer.

Señor, ya tu comprendes lo mucho que la quiero,
ella también lo sabe pero tiene temor,
temor de que no sea mi amor puro y sincero,
temor que la abandone y crezca su dolor.

Dile que nada tema y que acepte mi amor,
que abra su corazón y así pueda entender
que no he de abandonarla y le doy mi calor
para que más desdichas no vuelva a padecer.
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Mariano Bequer.
Maracaibo, 26/04/04

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